¿CÓMO ACTUA EL PSICOANALISIS ?
El psicoanálisis Freudiano actúa desde 4 puntos de vista:
1. Dinámico: El paciente quiere curarse pero al mismo tiempo quiere olvidar las experiencias
dolorosas, es así que este elabora mecanismos de defensa.
2. Económico : Porque es este punto de vista el que presentará el síntoma como un sustituto de la
energía psicológica que podía haberse expresado de otra forma.
3. Genético: Ya que se da cuenta de que toda conducta, consciente o inconsciente, tiene una
historia que la determina, que ningún fenómeno psíquico es un azar sino que está
determinado.
4. Estructural: En donde toda conducta o representación mental, es una expresión de la
personalidad como un todo, por lo tanto, de la dinámica entre las instancias internas de la
persona.
¿TEORIAS DE SIGMUND FREUD?
LA TEORIA DE LOS SUEÑOS:
Publicada en 1900 es considerada la obra maestra de Freud y está
vinculada a la exigencia de conocerse a sí mismo, profundizando en el estudio de las neurosis
y el duelo por la muerte de su padre. En este libro se explora cómo funciona nuestro
inconsciente mostrando que a través del trabajo de entender el significado de los sueños
podemos conocer más profundamente lo irracional de la mente.
TEORIA ESTRUCTURAL:
Freud propuso que la personalidad depende de la manera como se van integrando, desde los
primeros años de la vida, tres estructuras: Ello, Yo y Súper Yo.
El Ello, única estructura al nacer, opera inconscientemente, compuesto por impulsos
ligados a necesidades fisiológicas. Su función es buscar satisfacción inmediata, guiada por
el "Principio del Placer". Esta conducta, esencial para la supervivencia, se centra en la
búsqueda de satisfacción y evita el dolor en los primeros años de vida.
El Súper Yo, la conciencia social y moral del individuo, se desarrolla gradualmente a
través de los procesos de socialización primaria y secundaria. No existe al nacer; de hecho,
los niños pequeños son amorales y actúan según su placer sin preocuparse por las normas
sociales. En sus primeros años, no les preocupa llorar, gritar o realizar acciones que, aunque
naturales para ellos, serían socialmente censuradas en adultos. A medida que el sujeto crece
y se relaciona con su entorno, incorpora progresivamente las normas y valores del contexto
en el que se desenvuelve.
El Yo, dirige la movilidad voluntaria y se enfoca en la autoconservación, actuando en ambas
direcciones. Hacia el exterior, percibe estímulos, acumula experiencias, elude los intensos,
se adapta a los moderados y aprende a modificar el entorno para su conveniencia. Frente al
Ello, controla las demandas instintivas, tomando decisiones sobre permitir, posponer o
suprimir la satisfacción inmediata.
TEORÍA DEL DESARROLLO PSICOSEXUAL:
Un valioso aporte de Freud se encuentra en su teoría del desarrollo psicosexual. Esta
conceptualización del desarrollo psicológico se centra en el concepto de Libido. Según la
propuesta de Freud, el desarrollo psicosexual se basa en la premisa de que la libido se
desplaza y concentra en distintas zonas del cuerpo, lo que fundamenta la denominación de
las diversas etapas.
Fase oral: Abarca desde el nacimiento hasta aproximadamente el año y medio. Durante
esta etapa, la boca se convierte en la zona erógena predominante, manifestándose a través
de actividades como la succión del pulgar, el chupeteo y el acto de morder.
Esta fase se distingue por el desarrollo de un sentimiento de confianza en el niño. Es crucial
prestar especial atención al proceso de destete, ya que una transición abrupta o una
regulación excesivamente estricta de la alimentación podrían generar desconfianza en el
infante.
Fase anal: Abarca desde el primer año y medio hasta los tres años, se centra en la
sensibilidad hacia la mucosa anal y el acto de la defecación. Este período introduce la
defecación como un nuevo foco de sensaciones placenteras, fortalecido por el aprendizaje
del control de esfínteres.
Fase fálica: Comprendiendo aproximadamente entre los tres y cinco o seis años, esta etapa
se caracteriza por la preponderancia de la zona erógena en los genitales. Durante este
periodo, surge el interés sexual y la curiosidad lleva a una exploración sexual intensa,
descubriendo los órganos genitales como fuente de placer. La curiosidad se enfoca
principalmente en el origen personal y las diferencias entre los sexos, abordándose a través
del juego y la exhibición de los genitales.
Fase de latencia (6-12 años): No se destaca ninguna zona erógena específica, marcando
un periodo de relativa calma. Aunque las inquietudes sexuales no desaparecen, surgen con
más fuerza otros intereses como la escolarización, el desarrollo intelectual y las relaciones
sociales. Esta etapa se caracteriza por la competencia y la diversidad de intereses,
representando un periodo estable hasta la pubertad. Durante este tiempo, la personalidad se
desarrolla y equilibra en aspectos intelectuales, emocionales y sociales. La pubertad marca
el final de la infancia, dando paso a la adolescencia.
Fase genital: Hay un renacimiento del interés por la sexualidad, que abarca prácticas como
la masturbación y las primeras experiencias sexuales, a veces de naturaleza homosexual
inicialmente. Se exploran roles más adultos que simbolizan la transición a la madurez, y la
zona erógena principal son los genitales. Este periodo de crecimiento, impulsado por
cambios corporales, provoca una ruptura, a veces abrupta, con la fase anterior de
estabilidad y equilibrio. Durante la fase genital, se experimenta la aceptación personal y el
desarrollo de la autoestima.
En la primera etapa de su carrera, Freud desarrolló el modelo topográfico.
También se conoce
como «Primera Tópica» y divide la mente en tres regiones: inconsciente, preconsciente y
consciente.
Para facilitar su comprensión, Freud utilizó la metáfora de las partes del iceberg .
La punta del iceberg representa la región consciente, es decir, aquellas cosas que se
pueden percibir en un determinado momento. Son los pensamientos, los recuerdos, los
sentimientos y las fantasías.
la parte del iceberg que se sumerge, pero aún es algo visible, hace alusión a la región
preconsciente de la mente.
El iceberg, que está oculto bajo el agua, representa el inconsciente. Reúne todas aquellas
cosas inaccesibles para la consciencia, ya sean recuerdos, sentimientos o pensamientos.
Incluso, pueden ser contenidos dolorosos, conflictivos o angustiantes.
En el marco de estas reflexiones Freud también tildará a la investigación psiquiátrica de haberse conformado únicamente con describir las perturbaciones del alma, y que estas al no ser llevadas a los terrenos de la singularidad le ha traído severas consecuencias para la generación de evidencia sobre la etiología y mecanismos de formación de síntomas. Contrariando la práctica.
Señala que gracias a que el psicoanálisis asumió desde el principio la importancia de los fenómenos anímicos presentes en cada paciente esta ha logrado una estructura y formalización que ninguna otra disciplina ha podido alcanzar a pesar de los años (Freud, 1915-16/1992).
Desarrollado por: Paula Andrea Melo Fandiño /
Mónica Lizeth Camacho García / Carmen Lorena Abril Morales / Heidy Dayana
Canaria Camacho
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